La mayoría de la gente piensa que hacerse rico es cuestión de esforzarse más, trabajar horas extras o tener la "suerte" de encontrarse con alguna oportunidad única en la vida.
Pero, ¿y si te dijera... que la verdadera razón por la que estás estancado no tiene nada que ver con el esfuerzo o el destino...
y todo tiene que ver con las fuerzas invisibles contra las que estás luchando cada día sin saberlo?
Hay poderosas corrientes... más antiguas que la propia civilización...
que moldean silenciosamente cada centavo, cada oportunidad, cada golpe de fortuna en el mundo.
Porque la verdad es que...
Las reglas que te enseñaron sobre el dinero estaban amañadas desde el principio.
Ignóralas, y por mucho que te esfuerces...
siempre te sentirás como si estuvieras nadando contra la corriente... agotado, confuso y sin acercarte a la orilla.
Pero cuando las aprovechas...
Cuando te alineas con estas fuerzas en el momento adecuado, con la acción adecuada...
El dinero no sólo fluye.
Entra a raudales.
La abundancia aparece casi sin esfuerzo.
Un sí inesperado de un cliente.
Una inversión olvidada que se multiplica de la noche a la mañana.
Una puerta que se abre y a la que ni siquiera has llamado.
Parece magia...
porque es la magia legítima de la propia realidad,
entretejida en las corrientes que dan forma a nuestro mundo.
Es el resultado automático de sincronizarte con la arquitectura oculta que gobierna silenciosamente la realidad material.
Y una vez que sabes cómo entrar en esa corriente... a propósito, a voluntad...
Toda la naturaleza de la riqueza cambia para ti.